Mirar hacia adelante: la clave para un 2025 con propósito y crecimiento
*Por equipo aqnitio
¿S eguimos compartiendo los mismos objetivos? Esta es una pregunta crucial que todo negocio familiar debería hacerse al iniciar un nuevo año. En un mundo en constante cambio, es fundamental revisar y confirmar si la visión y los objetivos a mediano y largo plazo siguen alineados con los valores y aspiraciones de la familia y el negocio.
En el corazón de todo negocio familiar se encuentra la comunicación. Sin embargo, no todos los diálogos son iguales. Un diálogo genuino implica abrir espacios donde todos los integrantes puedan expresar sus ideas, inquietudes y perspectivas sin miedo a ser juzgados. Como dijo el filósofo Epicteto: “Tenemos dos oídos y una sola boca para escuchar el doble de lo que hablamos”.
¿Cómo asegurar que los diálogos sean sinceros y productivos? Revisemos algunas claves:
Algunas de las recomendaciones que recorrimos en 2024 fueron:
- Crear espacios seguros: ¿Hay momentos y lugares dedicados exclusivamente a conversar sobre los temas importantes?
- Practicar la escucha activa: donde no solo oímos, sino que entendemos y procesamos lo que el otro dice.
- Fomentar y entrenar la propia empatía: Intentando comprender el contexto y las emociones detrás de las palabras de los demás.
Según un estudio del Family Business Institute, el 60% de los problemas en los negocios familiares surgen por falta de comunicación clara y honesta. Esta estadística subraya la importancia de trabajar en la calidad de nuestras conversaciones. Por eso es tan importante crear y verificar nuevos espacios de diálogo.
Muchas veces creemos que ya tenemos suficiente comunicación porque nos vemos todos los días, o porque se realizan reuniones periódicas con todo el equipo, pero esto no siempre es cierto. Es esencial preguntarnos: ¿Los temas realmente importantes están sobre la mesa? ¿Estamos evitando conversaciones necesarias por miedo al conflicto?
Algunas herramientas prácticas para mejorar la dinámica del diálogo incluyen:
- Dinámicas de retroalimentación: Ejercicios donde cada miembro comparte sus impresiones sobre el rumbo del negocio y la participación familiar.
- Facilitadores externos: En ocasiones, un profesional puede ayudar a guiar conversaciones complejas.
Poner los temas sobre la mesa: la planificación consciente del año requiere abordar temas clave. Algunos puntos a considerar incluyen:
- La visión de largo plazo: ¿Estamos construyendo el futuro que queremos?
- Objetivos compartidos: ¿Los miembros de la familia tienen las mismas prioridades para el negocio?
- Tendencias y cambios externos: ¿Cómo nos está afectando el entorno económico, tecnológico o social?
- Roles y responsabilidades: ¿Está claro el papel que juega cada integrante en el logro de estos objetivos?
Al poner los temas sobre la mesa, no solo reaccionamos al presente, sino que también construimos el futuro con intención y dirección.
“La mejor manera de predecir el futuro es creándolo”
(Peter Drucker)
Renovar o reconfirmar la visión empresarial no solo es una tarea estratégica, sino también un ejercicio que fortalece los lazos familiares. Implica un compromiso colectivo por evolucionar, adaptarse y, sobre todo, crecer juntos. En aqnitio, creemos que este es el momento ideal para reflexionar, planificar y abrazar con confianza los desafíos del nuevo año. ¡Contá con nosotros para acompañarte en este viaje hacia un 2025 lleno de oportunidades y logros!
2025: un año para construir puentes entre generaciones
*Por equipo aqnitio, Javier Dulom y Diego Slobodianinck
¿C uando pensamos en el corazón de un negocio familiar, vamos directamente a hacer foco en las personas, su historia, su situación presente y sus deseos de cara al futuro. Cada integrante es único y aporta una visión distinta que puede ser potencialmente transformadora. Por eso durante todo el año estuvimos trabajando desde aqnitio para respondernos estas preguntas: ¿están las organizaciones realmente preparadas para escuchar y dialogar genuinamente? Y si no, ¿qué pueden hacer para lograr esos espacios de encuentro?
El diálogo intergeneracional es la clave para construir un futuro sólido y sostenible; y en aqnitio solemos acompañar a las organizaciones familiares para que puedan aliviar fricciones y convertir obstáculos en oportunidades. En este camino vemos cómo, al abrir espacios para el diálogo, las generaciones más jóvenes se conectan con la experiencia y los valores de quienes llevan décadas construyendo la empresa. Y, al mismo tiempo, cómo las generaciones mayores encuentran en los más jóvenes la energía y las ideas necesarias para adaptarse a los nuevos tiempos.
Este encuentro entre perspectivas es lo que realmente define el futuro. La integración generacional no ocurre de forma espontánea; requiere de voluntad, tiempo y herramientas adecuadas. Por eso trabajamos para que estas conversaciones sucedan, para que las metas individuales converjan en objetivos compartidos, y para que cada miembro de la familia encuentre su lugar en una estructura que fomente el respeto, la colaboración y el crecimiento conjunto.
2025 se presenta como un año lleno de oportunidades si lo pensamos de esta manera: no solo se trata de garantizar la continuidad del negocio; se trata de crear un espacio donde todas las voces sean escuchadas y valoradas.
Conversando con nuestro Director, Javier Dulom, para conocer su punto de vista acerca de las expectativas, encontramos estas ideas que resumen la perspectiva para el año entrante: “En un cambio radical como el que plantea el contexto argentino y el mundial, el uso de nuevas tecnologías dará ventajas competitivas a quienes sepan aprovecharlas. Por eso, las nuevas generaciones tienen, en este sentido, un rol protagónico”. Asimismo, remarca Javier que “en aqnitio iniciamos hace 8 años un proyecto de investigación orientado a comprender la problemática del vínculo intergeneracional, e identificamos a la falta de diálogo como una de las principales barreras que impiden un proceso de integración armónico. En base a esto, diseñamos programas de formación y abordajes orientados a superar las barreras y liberar el potencial del encuentro generacional”.
Además, Javier hace hincapié en que “la combinación de oportunidades del contexto con la potencia de la integración generacional abren un escenario único para los negocios familiares”, y es el mensaje con el que queremos cerrar este año.
El diálogo intergeneracional no es solo una herramienta para evitar conflictos; es un puente hacia el futuro. Es la base para una gobernanza que trasciende lo operativo y se enfoca en lo humano, para que la empresa no solo sobreviva, sino que prospere.
Gracias por acompañarnos, por confiar y por hacernos llegar sus consultas y comentarios durante todo este enriquecedor 2024. ¡Vamos por más!
Generaciones unidas: la nueva era de las empresas familiares
*Por equipo aqnitio
¿C elebrar… ¡siempre celebrar! Porque aun cuando las cosas cambian y son desafiantes… ¡allí es donde también se hace tangible y evidente la evolución! En el mes de la Empresa Familiar, te invitamos a hacer una pausa para reflexionar sobre el recorrido de los negocios familiares: ¿de dónde venimos y hacia dónde vamos?
Javier Dulom, socio de aqnitio, comparte su visión sobre los cambios y permanencias que han definido a estas organizaciones a lo largo del tiempo. “Si bien la esencia familiar sigue siendo el corazón de estos negocios, la forma en que se gestionan ha evolucionado profundamente. Hoy, vemos una mayor apertura, donde el cambio generacional puede ser un proceso compartido, una convivencia. Esto es una gran oportunidad, porque no solo multiplica las ideas, sino que reduce riesgos, fortaleciendo el legado familiar”.
Este mes de octubre, en el Día de la Empresa Familiar, tenemos un momento perfecto para celebrar el trabajo y esfuerzo que son necesarios para mantener un legado. Parte clave de este proceso es la convivencia generacional dentro de la empresa. Según Javier, las decisiones que moldean el futuro ya no se limitan a cambios naturales, sino que responden a una integración consciente entre generaciones.
“Ya no hablamos de un simple relevo generacional, como antes. Ahora entendemos la importancia de la complementariedad: cómo distintas generaciones pueden trabajar juntas para hacer crecer el negocio de una manera más colaborativa”, detalla.
Además, otro aspecto a tener en cuenta es el cambio de mentalidad de las nuevas generaciones. Hoy, los jóvenes están más interesados en hacer lo que les apasiona, algo que, si lo podemos analizar bien, presenta nuevas oportunidades para emprender y diversificar negocios, aunque también, claro, traiga aparejado el desafío de mantener los negocios familiares existentes. “El reto es equilibrar esa búsqueda de satisfacción personal con la continuidad de la empresa familiar”, agrega Dulom.
La clave para gestionar estos desafíos está, al mismo tiempo, en el acercamiento y en la capacidad de propiciar espacios para el diálogo. En aqnitio, celebramos especialmente esta posibilidad, porque lo que comenzó hace años como un acompañamiento en los procesos de cambio generacional, hoy vemos que ha evolucionado hacia algo mucho más amplio. “Ahora estamos mucho más enfocados en propiciar espacios de conversación y en asistir en la convivencia generacional. Antes, el desafío principal era lograr el cambio generacional; hoy, hemos comprendido que lo esencial es la complementariedad entre generaciones”, explica Dulom.
Compromiso y pertenencia
Las empresas familiares tienen un compromiso emocional entre sus miembros y eso las hace únicas. Esta conexión puede ser una gran fortaleza, pero también presenta desafíos, especialmente en la gestión de la convivencia entre las generaciones. “Reconocer esta realidad es fundamental. Primero hay que reconocerse como familia empresaria para luego abordar los retos. No se trata solo de crecer como negocio, sino de preparar a la familia para ese crecimiento”, reflexiona Javier.
Este mes, también es un momento para mirar hacia el futuro. Desde aqnitio visualizamos a los negocios familiares argentinos cada vez más diversificados, con estructuras organizativas que permiten a diferentes miembros de la familia liderar distintas unidades de negocio. Esa flexibilidad será crucial para mantener viva la esencia familiar, pero también para adaptarse a un entorno cada vez más dinámico.
Hoy, más que nunca, celebramos a las empresas familiares como esos espacios donde el legado y la innovación se encuentran. Y desde aqnitio nos sentimos orgullosos de acompañarlas en su transformación, ayudándolas a superar desafíos y aprovechar nuevas oportunidades. Porque el futuro de estas empresas es tan prometedor como las generaciones que las construyen.
Negocios Familiares: claves para crecer y superar desafíos en 2024
*Por equipo aqnitio
¿Q ué denominadores comunes tienen hoy las Pymes y negocios en crecimiento? Una encuesta realizada a 3.779 Pymes de 15 países latinoamericanos arroja temas claves para entender los desafíos y oportunidades del contexto.
Los dueños de negocios son la columna vertebral de la economía global y necesitan tener una clara perspectiva sobre las experiencias del contexto. Muchos son optimistas sobre las oportunidades globales y se están expandiendo, pero ese crecimiento implica visualizar con claridad los desafíos internos de la organización.
¿Está tu negocio familiar en condiciones de crecer, evolucionar y expandirse? En las próximas líneas esperamos ayudarte a responder esa pregunta.
El último Barómetro de SMB, el relevamiento realizado por la empresa Payoneer que sondea las principales oportunidades y amenazas organizacionales, arroja una recomendación clave: priorizar la digitalización, la diversificación de ingresos y una sólida gestión financiera.
Todos estos factores y algunos más que vamos a puntualizar a continuación, son clave para que las organizaciones familiares diseñen y comiencen a transitar un camino sólido de crecimiento y estabilidad.
Más del 70% de las pequeñas y medianas empresas han intensificado sus esfuerzos en digitalización durante el último año. Esta tendencia representa una gran oportunidad para que las empresas familiares optimicen sus procesos, alcancen nuevos mercados y mejoren su eficiencia operativa. La volatilidad económica y la incertidumbre global ponen sobre la mesa la importancia de explorar, de diversificar, de poner a prueba la capacidad de innovación. No solo por la adopción de nuevas herramientas tecnológicas en sí mismas, sino por el entrenamiento de una flexibilidad que pueda abrir nuevos rumbos.
Casi tres cuartos de los encuestados afirma que su negocio es la única fuente de ingreso de la familia. Sin embargo, menos de un tercio menciona el aumento de ingresos como una meta comercial clave. En su lugar, las preocupaciones de hoy están puestas sobre: mejorar la ciberseguridad (63%) y el aprendizaje e incorporación de IA al negocio (2 tercios). Esto señala un foco clave: la balanza comercial se mueve de la mano de la evolución tecnológica y de la innovación.
Asimismo, la RED DE NEGOCIOS es otra variable comercial en alza. El reporte destaca que, en promedio, las Pymes trabajan con 29 proveedores (en comparación con 21 hace 2 años) y casi 2 tercios afirma que contar con esta red los ayuda a enfrentar y prevenir disrupciones del contexto.
Barómetro también resalta un desafío recurrente para muchas Pymes: la gestión del de talentos. El capital humano y la cultura organizacional se consolidan como factores decisivos para el crecimiento sostenible. La captación de talento, la definición de roles y características intrínsecas necesarias para cada caso y la creación de un ambiente de trabajo positivo son elementos críticos que pueden marcar la diferencia en la capacidad de una empresa familiar para enfrentar desafíos y aprovechar oportunidades. Invertir en el desarrollo del equipo y en la construcción de una cultura organizacional fuerte no solo mejora la productividad, sino que fortalece la resiliencia de la empresa.
Para aquellas organizaciones que contemplan un futuro de expansión, es crucial realizar una investigación exhaustiva de su realidad interna, antes de salir a explorar nuevos mercados.
Desde aqnitio, conocemos de cerca los desafíos que enfrentan las empresas familiares cada día, y trabajamos para convertirlos en oportunidades. Estar preparados y abiertos al cambio es esencial para capitalizar estas oportunidades y asegurar un crecimiento sostenido.
El poder transformador de los espacios de diálogo en las empresas familiares
*Por equipo aqnitio
¿C ada cuánto se sientan a conversar los integrantes de tu empresa familiar? Y cuando lo hacen, ¿cómo son esos encuentros?, ¿qué temas abordan y de qué manera?
A veces, escuchar y responder con empatía, generar diálogos genuinos y abrirnos al encuentro es difícil. O, por lo menos, no es lo más frecuente en el entorno laboral.
Evitamos “los encontronazos”, los choques, los conflictos, porque todos, en definitiva, queremos lo mismo: que a la empresa le vaya bien y que no hayan discusiones. Pero esa calma aparente no representa un bienestar real y tangible. Es necesario que todos y cada uno de los integrantes de la empresa se sienta escuchado, valorado y tomado en cuenta, ¿no te parece?
El diálogo es la llave para que la conversación sea más plena
Durante el mes de julio, en aqnitio, tuvimos la hermosa oportunidad de compartir 3 encuentros sobre, justamente, Diálogo e integración generacional. Y escuchando (nos) aprendimos qué cosas le pasan, qué sienten y cómo viven la integración cada una de las generaciones que forman parte de una empresa.
Pilar Padilla, una de las facilitadoras, nos ayuda a entender la propuesta: “Estos encuentros se han enmarcado en la Integración Generacional y la propuesta fue pensar en el concepto de INTEGRACIÓN, porque a través de ella podemos darle espacio a las diferentes posturas que conviven dentro de la empresa, para que puedan coexistir. Generalmente, las complicaciones en esa convivencia se dan por la falta de diálogo y lo que hicimos fue proponer una diferenciación entre una monologación y una conversación”
Explica Padilla que lo que caracteriza a una monologación es que “le hablamos al otro y no CON el otro. Y así, se genera una relación de superioridad en la que importa más lo que yo tengo para decir que lo que el otro tiene para expresar. De hecho, suele suceder que, incluso, presuponemos lo que piensa o lo que va a decir la otra persona y esperamos a que el otro termine de hablar para dar nuestra idea o lo que nos parece más importante”.
Cuando no sabemos conversar dialogando lo que sucede es que una idea no incluye a la otra, porque no se integran las miradas y no se produce una verdadera construcción.
“En cambio, lo que sería ideal es poder construir conversaciones en las que dancemos con el fluir de las ideas, escuchando al otro, dándole espacio y ‘voz’. Sabemos que hubo una conversación dialógica cuando, luego de ese encuentro, se produjo una transformación. Es decir, no salimos iguales de una conversación genuina, salimos diferentes, transformados. Esa es la contribución, la posibilidad de crear puentes”, resume Padilla.
La mejor pregunta en una conversación es la que es atinada a ese momento, la que muestra que estoy presente y conectado con la conversación.
La integración generacional va más allá de la simple coexistencia; se trata de fomentar un diálogo constructivo, de crear espacios de encuentro donde las distintas perspectivas se enriquezcan mutuamente. Los miembros de las generaciones más jóvenes aportan ideas innovadoras, una visión fresca del mercado y un dominio de las nuevas tecnologías, mientras que las generaciones mayores ofrecen experiencia, sabiduría y una profunda comprensión de la historia y los valores de la empresa.
Entonces, ¿por qué deberíamos sentarnos a conversar abiertamente? Los beneficios son muchos y variados: pero, destaquemos especialmente el fortalecimiento de los vínculos familiares y laborales. Trabajar juntos y en un ambiente de armonía consolida la unidad alrededor de un proyecto común, y esto genera, a su vez, mayor estabilidad y continuidad.
¿Y qué necesitamos para que el diálogo suceda? “Que las dos personas tengan un deseo y voluntad de llevar adelante una conversación, desde una postura de aprendiz, de no saber, porque queremos descubrir lo que el otro piensa. Esto requiere una postura de humildad y de tolerancia a la incertidumbre. Incluso, los silencios son la pausa que nos permiten reflexionar y pensar bien qué voy responder a lo que el otro me está diciendo. Esto implica una horizontalidad; nadie es superior al otro, todos tenemos algo importante para decir”, destaca la especialista.
Cuando no valido al otro, no le doy espacio, puede haber una ruptura. Y esas rupturas, en una empresa familiar, pueden ser muy pesadas y complicadas. Por eso, es tan importante dedicar el tiempo que corresponde a las conversaciones, es una inversión importante para prevenir.
¡Te esperamos en el próximo encuentro sobre este tema!
Conocé todo sobre esta invitación especial ACÁ.
De Empresa Familiar a Negocio Familiar: ¿nuevo concepto o evolución?
D esde hace décadas acompañamos a Don Héctor, a Cora, a Eduardo… y a tantos otros dueños administradores que, en algún momento del camino, necesitaron revisar su espíritu emprendedor, para sumar a toda esa energía unas cuantas decisiones estratégicas.
Hubo momentos en los que hablamos más de la empresa: de roles y responsabilidades, de derechos y deberes, de procesos de decisión y delegación. Otros en los que nos centramos en ser o no una Familia Empresaria con todo lo que implica, partiendo de una definición guía: es aquella con una sólida cultura emprendedora, integrada por miembros conscientes del desafío que implica ser empresarios y responsables por el legado que recibirán.
Fuimos creciendo juntos y comprendimos que para que haya una empresa familiar DEBE EXISTIR una Familia Empresaria.
También aprendimos que el propósito central de la gestión de una Familia Empresaria es desarrollar una sólida cultura emprendedora y formar a los accionistas potenciales para que sepan ejercer el rol en el futuro y, así, lograr superar los cambios generacionales que deberá enfrentar.
Tener en claro estos conceptos nos permitió acercarnos y conectar con las necesidades de cada miembro de la familia, sus fundadores, los hijos, nietos… Vivenciamos el amor y el esfuerzo con el que construyen sus negocios, los acompañamos a derribar mitos y prejuicios que les afectan en sus decisiones cada día y hoy los ayudamos a avanzar a una nueva instancia en la que necesitamos poner en palabras una nueva EVOLUCIÓN.
Desde aqnitio entendemos que estamos en un estadio cultural y social en el que necesitamos ampliar horizontes y hablar de NEGOCIOS FAMILIARES, en lugar de empresas, porque esta palabra nos abre a la posibilidad de una integración de nuevos talentos y diversos, resulta más flexible y dinámica; valores que hoy priorizan especialmente las nuevas generaciones.
Hoy, las posibilidades de ingreso a la empresa familiar por parte de las nuevas generaciones se dan en una forma variada y con matices. La “herencia” no es una condición única e inflexible sino que se acuerdan modelos de ingreso con multiplicidad de variables.
En algunos casos, los hijos deciden desarrollar una nueva línea de negocio y desembarcan en la empresa familiar tomando esa responsabilidad a su cargo. En otras ocasiones, el ingreso de algún nuevo integrante es eventual y sujeto a ciertas condiciones. Las nuevas generaciones se caracterizan por generar vínculos de mayor libertad en relación a legados y mandatos familiares, y el concepto de NEGOCIO FAMILIAR viene a dar respuesta a esta necesidad de flexibilizar lo que hasta hace unos años se manejaba de otra manera.
La construcción de una organización capaz de integrar diferentes visiones y oportunidades de negocio, basadas en los talentos e intereses de las personas que la componen, necesita encontrar la manera de gestionar la diversidad.
Por eso, esta nueva evolución conceptual nos permite crear nuevos procesos y mecanismos de articulación, para la evaluación e implementación de diversos proyectos empresariales.
Así, se transformará la percepción de la diversidad como amenaza y se convertirá en oportunidad. Dando lugar al desarrollo de negocios nuevos, preferentemente anti-cíclicos, que permitan lograr mayores tasas de crecimiento y una mejor gestión del riesgo.
El enigma de la rotación de personal
¿Nadie cumple con los objetivos?
En la empresa X han rotado al Gerente Comercial varias veces en el último año. Ninguno de ellos pudo cumplir con sus metas. Hay algo que no anda bien. Sus currículums son intachables, pero a la hora de la verdad, llega el descontento.
¿Qué pasa?, ¿dónde está el problema?, ¿cuál es la llave que destraba esta dinámica repetitiva? La respuesta puede estar en el contexto.
Tal vez ese Gerente tenga, por encima, a un Gerente General que lo presiona, que pretende definir su estilo de trabajo y no le permite desplegar su propia impronta.
Tal vez existan barreras de comunicación interna, características de la cultura organizacional, que le impidan entablar vínculos con su equipo de trabajo.
Las variables pueden ser distintas, pero lo que resuelve será evaluar las condiciones de esa posición que no favorece a que esa persona pueda trabajar exitosamente.
¿Qué hacemos?
Si continuamos rotando al Gerente Comercial, pero las condiciones a su alrededor son exactamente las mismas, el funcionamiento de ese rol permanecerá sin modificarse. Y ni siquiera podremos conocer cuáles son esas condiciones que generan un malestar a ese lugar. Y así, el próximo que venga a ocupar esa silla, tal vez vuelva a reproducir las mismas condiciones.
¡Llegó el momento, entonces, de quitar el foco de la persona y llevarlo al lugar, a su silla (y sus interacciones o condiciones que crean esa realidad)!
¿Cómo lo hacemos?
Primero, enfocándonos en lo positivo: comprendiendo cuáles son las expectativas y objetivos que ese Gerente Comercial debe cumplir. Y a partir de ahí entender cuáles condiciones son necesarias para que ese gerente pueda cumplir con esos objetivos. Quizás ayude también identificar aquellos momentos en los que el Gerente sí cumplió con ciertos objetivos, para detectar cuáles fueron las condiciones favorables en ese entonces.
Luego, comprender cuáles son las condiciones de contexto que se necesitan para que ese rol pueda desplegarse eficientemente. Por ejemplo:
- Condición 1: que el Gerente General lo deje tener su propia comunicación con su equipo de trabajo.
- Condición 2: crear canales de comunicación simples entre todo el equipo.
- Condición 3: Marcar objetivos concretos.
Asimismo, listar cuáles son las interacciones y condiciones que NO están generando un buen desempeño es fundamental.
¿Te animás a hacer esta revisión? ¡Mantenete atento, pronto te compartiremos un ejercicio sistémico que te ayudará aún más a implementarlo?
El desafío de compartir la familia y los negocios
*Por Noelia Burgos, asesora de aqnitio
¿Por qué compartir los negocios con la familia es un desafío? Existen muchas respuestas, pero podemos empezar por destacar que, en un negocio familiar, se interrelacionan dos subsistemas vinculares: empresa y familia. Y la búsqueda del equilibrio entre ellos nos desafía constantemente, atraviesa nuestros pensamientos, nuestras acciones y nuestras emociones.
Cada uno de estos dos sistemas construye su propia cultura. La sostiene, la tensiona y la transforma; en definitiva, la nutre. En sus inicios, cuando el dueño administrador emprende y da origen a la empresa, ejerce muchos roles al unísono. Por eso la cultura de la empresa familiar está impregnada por esta confusión básica de origen, que se evidencia, con los años, en la tensión que se genera con cada salto de crecimiento.
Entonces, para poder sostener el crecimiento y mejorar las interrelaciones, el sistema empresa y el sistema familia deben superarse. En este proceso, la confianza es un aliado clave. Muchas veces, por ejemplo, son lazos fuertes de confianza y valores compartidos entre amigos los que construyen una sociedad. Esto va dando lugar a que sus familias se interrelacionen más adelante, con el devenir de la empresa. Y a la hora de crecer y acompañar, estos mismos vínculos se refuerzan y se transforman.
Otro aspecto a tener en cuenta es que la gestión de la familia empresaria difiere según el momento de madurez de la misma. La distinción entre quienes son los dueños en términos de la propiedad, quienes asumen la conducción y quienes operan en el día a día de la empresa es muy potente para clarificar roles y funciones.
Los conflictos más comunes se originan porque estas funciones están mezcladas, acentuados por la definición de compensaciones no congruente con los roles. La incorporación de nuevas generaciones pone a la luz estos temas.
Derribando mitos
Sin darnos cuenta arrastramos modelos de pensamiento que pueden ser limitantes, por eso vale la pena resaltar algunos mitos que debemos dejar a un lado:
Mito 1: La empresa familiar es más conflictiva que otras empresas. No, la empresa familiar no es en sí misma más o menos conflictiva que otros tipos de empresas. Sí tiene particularidades, como las que venimos viendo, a las que debemos atender especialmente. Y debemos saber que hay conflictos en los equipos de trabajo que no se vinculan familiarmente y viceversa.
Mito 2: Los vínculos se desgastan por convivir empresa y familia. No, como vimos, en realidad la confianza es clave, porque es la que forma y da vida a una empresa familiar.
Iluminando el camino
Abrir espacios de diálogo, escuchar y ser escuchados es la llave magistral del crecimiento equilibrado. La confianza es una poderosa aliada para que estos espacios se habiliten, tomen cuerpo y se pueda poner en palabras lo que sentimos necesario para crecer y transformarnos. Generando acuerdos dinámicos, que puedan crecer y transformarse también acompañando los latidos de los subsistemas.
Protocolo Familiar: La poderosa riqueza de habilitar procesos de conversación
*Por Valeria Mompó, asesora asociada de aqnitio
En los sistemas de empresas familiares, el vínculo entre familia y negocio ES, existe, tiene “vida propia” y está en constante movimiento como cada uno de los miembros que lo componen.
Ese vínculo es más amplio o más estrecho; más cotidiano, más fluido, más dinámico, más claro; ES según cada sistema. ¿Cómo están siendo observados por cada miembro los vínculos de familia y los de negocio?, ¿cómo está siendo observada esa conexión? y ¿qué formas encontramos en las empresas familiares que acompañen el proceso de construcción y mantenimiento de un vínculo claro y sano entre familia y negocio?
Una de las acepciones del concepto PROTOCOLO es: conjunto de reglas que se establecen en el proceso de comunicación entre dos sistemas.
¿Será que tener reglas es la mágica solución? Entonces es muy fácil, vengan y escríbannos las reglas; o que alguno de la familia se ocupe y después nos las envíe por wapp.
En lo profundo ¿eso aseguraría un conjunto de reglas que contemplen los intereses individuales y el colectivo?, ¿y habilitaría el cumplimiento? Podríamos pensar en el armado de un PROTOCOLO como un proceso de diálogo, un proceso de conversaciones para el logro de acuerdos y así esos acuerdos sean las reglas. Un proceso que lleva tiempo, recurrencia y práctica.
Práctica de conversación, práctica de poner en palabras intereses individuales, sentires, emociones para luego poder lograr los acuerdos colectivos. Práctica de danzar entre el hablar y el escuchar; entre el escuchar y el hablar.
Un acuerdo se genera pudiendo expresar intereses propios, escuchando el de los demás y con una fuerte disponibilidad para la construcción colectiva.
Quizás esa es una de las poderosas riquezas que tiene la herramienta del PROTOCOLO, la de ser un proceso de aprendizaje de comunicación para que en las empresas familiares los intereses individuales y los colectivos puedan ser expresados y fluyan. Para que quienes forman parte de los subsistemas familia y negocio hagan habito de espacios donde esos intereses y emociones individuales como colectivas, se encuentren y se compartan en libertad y claridad.
Construir acuerdos es poder reconocerse cada miembro y reconocer al otro: ¿qué quiero?, ¿qué quiere el otro? y con eso poder armar un gran rompecabezas de lo que queremos en conjunto.
Quizás lo más valioso no es el conjunto de reglas ni cada cuánto se revisen o modifiquen, quizás lo más valioso es tener en las empresas familiares la cultura de construir acuerdos integrados con la mirada individual de quienes las componen y el deseo colectivo.
Fin de año: ¿final del camino o solo un puente?
Llega diciembre y casi inevitablemente pensamos en balances, cierres y reportes finales. ¿Pero qué pasa si esta necesidad de “cerrar” se siente como presión demasiado impuesta?
Si bien para algunas personas cerrar ciclos puede ser una oportunidad para medir resultados y desafiarse a seguir creciendo; para otros esta necesidad de llegar a fin de año con todo resuelto y listo para ser evaluado puede ser una presión demasiado intensa. Y esto no tiene que ver con perder tiempo o ralentizar procesos, sino simplemente con que quizás ahora no sea el momento de evaluarnos.
¿Qué pasa si lo pensamos de otra manera?,¿qué pasa si en vez de un fin de ciclo, diciembre fuera un PUENTE que marcara una continuidad con el año siguiente? En ese caso quizás nos preguntemos continuidad de qué… ¡de muchas cosas!
Continuidad de trabajo con los mismos equipos con los que este año logramos cosas positivas.
Continuidad para profundizar esos aprendizajes de este año que queremos seguir aprovechando en el futuro cercano.
Continuidad con las experiencias y rutinas que nos hicieron bien y queremos repetir en los próximos meses…
CONTINUIDAD, ni más ni menos.Porque muchas veces lo que necesitamos es permitirnos un tiempo adicional para profundizar ideas, para que eso mismo que venimos haciendo termine de florecer. Porque a veces los tiempos de la planificación no son los realmente posibles. Porque en ocasiones los buenos resultados se hacen esperar un poco más. Y porque todos tenemos nuestro tiempo, todo tiene su propiotiempo.
A veces la flexibilidad puede marcar una gran diferencia. ¿Cómo estás llegando vos a diciembre?, ¿estás para vivirlo como un final del camino o como un puente?