
*Por equipo aqnitio
¿C elebrar… ¡siempre celebrar! Porque aun cuando las cosas cambian y son desafiantes… ¡allí es donde también se hace tangible y evidente la evolución! En el mes de la Empresa Familiar, te invitamos a hacer una pausa para reflexionar sobre el recorrido de los negocios familiares: ¿de dónde venimos y hacia dónde vamos?
Javier Dulom, socio de aqnitio, comparte su visión sobre los cambios y permanencias que han definido a estas organizaciones a lo largo del tiempo. “Si bien la esencia familiar sigue siendo el corazón de estos negocios, la forma en que se gestionan ha evolucionado profundamente. Hoy, vemos una mayor apertura, donde el cambio generacional puede ser un proceso compartido, una convivencia. Esto es una gran oportunidad, porque no solo multiplica las ideas, sino que reduce riesgos, fortaleciendo el legado familiar”.
Este mes de octubre, en el Día de la Empresa Familiar, tenemos un momento perfecto para celebrar el trabajo y esfuerzo que son necesarios para mantener un legado. Parte clave de este proceso es la convivencia generacional dentro de la empresa. Según Javier, las decisiones que moldean el futuro ya no se limitan a cambios naturales, sino que responden a una integración consciente entre generaciones.
“Ya no hablamos de un simple relevo generacional, como antes. Ahora entendemos la importancia de la complementariedad: cómo distintas generaciones pueden trabajar juntas para hacer crecer el negocio de una manera más colaborativa”, detalla.
Además, otro aspecto a tener en cuenta es el cambio de mentalidad de las nuevas generaciones. Hoy, los jóvenes están más interesados en hacer lo que les apasiona, algo que, si lo podemos analizar bien, presenta nuevas oportunidades para emprender y diversificar negocios, aunque también, claro, traiga aparejado el desafío de mantener los negocios familiares existentes. “El reto es equilibrar esa búsqueda de satisfacción personal con la continuidad de la empresa familiar”, agrega Dulom.
La clave para gestionar estos desafíos está, al mismo tiempo, en el acercamiento y en la capacidad de propiciar espacios para el diálogo. En aqnitio, celebramos especialmente esta posibilidad, porque lo que comenzó hace años como un acompañamiento en los procesos de cambio generacional, hoy vemos que ha evolucionado hacia algo mucho más amplio. “Ahora estamos mucho más enfocados en propiciar espacios de conversación y en asistir en la convivencia generacional. Antes, el desafío principal era lograr el cambio generacional; hoy, hemos comprendido que lo esencial es la complementariedad entre generaciones”, explica Dulom.
Compromiso y pertenencia
Las empresas familiares tienen un compromiso emocional entre sus miembros y eso las hace únicas. Esta conexión puede ser una gran fortaleza, pero también presenta desafíos, especialmente en la gestión de la convivencia entre las generaciones. “Reconocer esta realidad es fundamental. Primero hay que reconocerse como familia empresaria para luego abordar los retos. No se trata solo de crecer como negocio, sino de preparar a la familia para ese crecimiento”, reflexiona Javier.
Este mes, también es un momento para mirar hacia el futuro. Desde aqnitio visualizamos a los negocios familiares argentinos cada vez más diversificados, con estructuras organizativas que permiten a diferentes miembros de la familia liderar distintas unidades de negocio. Esa flexibilidad será crucial para mantener viva la esencia familiar, pero también para adaptarse a un entorno cada vez más dinámico.
Hoy, más que nunca, celebramos a las empresas familiares como esos espacios donde el legado y la innovación se encuentran. Y desde aqnitio nos sentimos orgullosos de acompañarlas en su transformación, ayudándolas a superar desafíos y aprovechar nuevas oportunidades. Porque el futuro de estas empresas es tan prometedor como las generaciones que las construyen.