*Por equipo aqnitio
¿S eguimos compartiendo los mismos objetivos? Esta es una pregunta crucial que todo negocio familiar debería hacerse al iniciar un nuevo año. En un mundo en constante cambio, es fundamental revisar y confirmar si la visión y los objetivos a mediano y largo plazo siguen alineados con los valores y aspiraciones de la familia y el negocio.
En el corazón de todo negocio familiar se encuentra la comunicación. Sin embargo, no todos los diálogos son iguales. Un diálogo genuino implica abrir espacios donde todos los integrantes puedan expresar sus ideas, inquietudes y perspectivas sin miedo a ser juzgados. Como dijo el filósofo Epicteto: “Tenemos dos oídos y una sola boca para escuchar el doble de lo que hablamos”.
¿Cómo asegurar que los diálogos sean sinceros y productivos? Revisemos algunas claves:
Algunas de las recomendaciones que recorrimos en 2024 fueron:
- Crear espacios seguros: ¿Hay momentos y lugares dedicados exclusivamente a conversar sobre los temas importantes?
- Practicar la escucha activa: donde no solo oímos, sino que entendemos y procesamos lo que el otro dice.
- Fomentar y entrenar la propia empatía: Intentando comprender el contexto y las emociones detrás de las palabras de los demás.
Según un estudio del Family Business Institute, el 60% de los problemas en los negocios familiares surgen por falta de comunicación clara y honesta. Esta estadística subraya la importancia de trabajar en la calidad de nuestras conversaciones. Por eso es tan importante crear y verificar nuevos espacios de diálogo.
Muchas veces creemos que ya tenemos suficiente comunicación porque nos vemos todos los días, o porque se realizan reuniones periódicas con todo el equipo, pero esto no siempre es cierto. Es esencial preguntarnos: ¿Los temas realmente importantes están sobre la mesa? ¿Estamos evitando conversaciones necesarias por miedo al conflicto?
Algunas herramientas prácticas para mejorar la dinámica del diálogo incluyen:
- Dinámicas de retroalimentación: Ejercicios donde cada miembro comparte sus impresiones sobre el rumbo del negocio y la participación familiar.
- Facilitadores externos: En ocasiones, un profesional puede ayudar a guiar conversaciones complejas.
Poner los temas sobre la mesa: la planificación consciente del año requiere abordar temas clave. Algunos puntos a considerar incluyen:
- La visión de largo plazo: ¿Estamos construyendo el futuro que queremos?
- Objetivos compartidos: ¿Los miembros de la familia tienen las mismas prioridades para el negocio?
- Tendencias y cambios externos: ¿Cómo nos está afectando el entorno económico, tecnológico o social?
- Roles y responsabilidades: ¿Está claro el papel que juega cada integrante en el logro de estos objetivos?
Al poner los temas sobre la mesa, no solo reaccionamos al presente, sino que también construimos el futuro con intención y dirección.
“La mejor manera de predecir el futuro es creándolo”
(Peter Drucker)
Renovar o reconfirmar la visión empresarial no solo es una tarea estratégica, sino también un ejercicio que fortalece los lazos familiares. Implica un compromiso colectivo por evolucionar, adaptarse y, sobre todo, crecer juntos. En aqnitio, creemos que este es el momento ideal para reflexionar, planificar y abrazar con confianza los desafíos del nuevo año. ¡Contá con nosotros para acompañarte en este viaje hacia un 2025 lleno de oportunidades y logros!