
*Por Natalia Giordano, Especialista aqnitio
¿Cómo las nuevas generaciones impulsan la innovación en las empresas familiares?
La incorporación de nuevas generaciones suele ser un gran desafío para casi todos los negocios familiares. Con esta situación, llega la necesidad de soltar el control por parte de la generación más experimentada, y de dar espacio a la escucha y a una mayor apertura. Como podemos imaginar, en estos momentos se generan tensiones de todo tipo y comienzan a interponerse, por lo general, los egos, la rigidez, la falta de apertura y de reconocimiento del valor del otro. Pero, ¿qué pasaría si dejamos esas resistencias a un lado?
Es decir, una misma situación puede ser leída de distintas maneras: como un conflicto donde los jóvenes buscan cambiar formas de hacer y redireccionar el rumbo, generando fricciones internas; o bien como una gran oportunidad para que el negocio se adapte y entre en sintonía con el mercado.
La clave está en complementar visiones y transformar esas diferencias en una nueva síntesis.
Podemos pensar, en este sentido, que los más jóvenes están más conectados con el entorno actual y que tienen, en general, formación de alto nivel, un mindset digital y contacto cercano con las nuevas necesidades del mercado. Mientras que las generaciones más experimentadas serán las que aporten su conocimiento práctico del negocio, sus años de experiencia y su aprendizaje en la prueba y el error. Combinar estas dos cosmovisiones puede dar lugar a una síntesis que supere la suma de las partes.
Es importante también que la generación experimentada recuerde sus comienzos y su juventud: ¿Acaso ellos mismos no buscaban romper o mejorar lo establecido, crear algo nuevo y hacerlo de forma diferente?
Tomar la herencia y hacerla propia es parte del desafío de estas nuevas generaciones que entran en el negocio familiar; dejar su huella y que sus opciones sean consideradas es fundamental, siempre que esto se realice sobre los cimientos de lo heredado.
Un negocio familiar con generaciones que se complementan y potencian logra tener una fuerza muy grande. Y para que esto sea así, es necesario que se respeten y que puedan percibir el valor en las diferencias de criterios y visiones del negocio.
En lugar de ver la sucesión como un reemplazo, hay que vivirla como una convivencia. El desafío es que esta sea armónica y que los egos queden a un lado. En un espacio donde ‘nadie la tiene más clara que nadie’, cada generación aporta valor desde su perspectiva, de forma complementaria.”
Las nuevas generaciones pueden ayudar a la innovación y ser el motor de cambio, ya que lo que hasta hoy constituye una ventaja competitiva para el negocio, mañana podría no serlo.
La incorporación de las nuevas generaciones resulta de este modo una excelente oportunidad para, por ejemplo, la creación de nuevas unidades de negocios, nuevos productos o servicios capaces de agregar valor real, consolidación de la transformación digital o mejora de los procesos internos.
Lograr esa convivencia armónica es el desafío y la gran oportunidad. Reconocer el valor que cada generación aporta y trabajar con sinergia será la clave.