*Por Mariana Brizi, Marketing aqnitio
Las nuevas generaciones viven y sienten de manera diferente. No buscan caminos eternos, sino que desean crear, probar e innovar. Y con ese énfasis están deseosos de buscar nuevos horizontes. Pero, ¿qué pasa cuando esa búsqueda los aparta de lo ya construido por su familia empresaria? ¿Es posible integrar a esos nuevos perfiles a la empresa?
Hace poco hablábamos de un cambio de paradigma: de Empresa Familiar a NEGOCIOS FAMILIARES. Y con ellos nos referíamos a la necesidad de utilizar palabras y conceptos más flexibles y dinámicos, que nos abran a la posibilidad de una integración de nuevos talentos y diversos.
Ese cambio de concepto aporta la libertad que necesita nuestro tiempo, valor que hoy priorizan especialmente las nuevas generaciones. Pero claro que, en el camino de la integración, es valioso ver de qué manera todo lo ya construido puede ser un soporte y una base, para todo lo nuevo que esté por surgir, en eso consiste la dinámica de acompañar a la integración con éxito.
Las nuevas generaciones tienen diversos estímulos que necesitan ser encausados: múltiples intereses, deseos de experimentación, expectativas basadas en su formación y en su conexión con el mundo. El desafío está en ordenar ese universo y crear un plan de contención y acompañamiento.
Desde aqnitio vemos que en algunos casos el Coaching de carrera puede ser una manera de encausar todas esas inquietudes para convertirla en un negocio. Cuando existe la motivación, la capacidad de detectar diversos estímulos y de abrirnos a lo que nos apasiona, se necesita trabajar al mismo tiempo en la focalización hacia algo aplicable y plausible de ser medido. Esta capacidad de planificar y visualizar metas más cortas canaliza, al mismo tiempo, otra característica presente en las nuevas generaciones que es la ansiedad en la búsqueda por concretar y alcanzar el éxito: el “pasito a pasito” que caracterizaba a las generaciones fundadoras, hoy casi ha desaparecido. Sin embargo, plantear objetivos y trazar un camino acorde puede ayudar a sistematizar el trabajo necesario para alcanzar esos éxitos y, al mismo tiempo, a implementar mediciones parciales que involucren a los nuevos talentos destacando sus conquistas y haciéndolos partícipes de los logros en cada momento.
Conectar generaciones
De la mano de la tecnología, hoy los jóvenes traen otra forma de hacer las cosas y sienten que la manera en la que se gestiona la empresa hasta el momento debe actualizarse. Ahí es donde frecuentemente se generan un “ruido” en el diálogo que complica la comunicación intergeneracional.
En este sentido, desde aqnitio creemos que es importante abrir espacios que permitan a los jóvenes impulsar nuevas ideas, pero hay que saber acompañarlos para que puedan expresarlas apropiadamente.
A veces, cuando entrás como familia es más fácil, porque tus familiares son más permeables a escucharte. Y otras veces resulta todo lo contrario, porque tenés miedo de generar roces y conflictos que se lleven después a casa”, explica un integrante de la segunda generación al que acompañamos desde aqnitio. Y en este sentido, el profesional apunta una idea clave: “Es clave brindar a las nuevas generaciones una tarea diaria en la que vayan aprendiendo, y así ir involucrándose, trabajar por proyectos con miras a un involucramiento progresivo sirve mucho. Pero también otra intervención que puede destrabar es que haya una generación intermedia que conecte a los extremos, que traduzca inquietudes y busque la eficiencia en la gestión para conectar la comunicación de los más grandes con los más jóvenes.
El involucramiento de las nuevas generaciones en formatos más libres y con un grado de protagonismo que reconozca sus logros es fundamental para asistir a esas ansias y a esa búsqueda de ser “dueños del cambio”. Todo eso, sin perder de vista la importancia de la valorización de la experiencia como apoyo de sus inventivas. Así, convivirán la experiencia con el entusiasmo, como factores clave del acompañamiento mutuo durante todo el proceso de integración.