
D esde hace décadas acompañamos a Don Héctor, a Cora, a Eduardo… y a tantos otros dueños administradores que, en algún momento del camino, necesitaron revisar su espíritu emprendedor, para sumar a toda esa energía unas cuantas decisiones estratégicas.
Hubo momentos en los que hablamos más de la empresa: de roles y responsabilidades, de derechos y deberes, de procesos de decisión y delegación. Otros en los que nos centramos en ser o no una Familia Empresaria con todo lo que implica, partiendo de una definición guía: es aquella con una sólida cultura emprendedora, integrada por miembros conscientes del desafío que implica ser empresarios y responsables por el legado que recibirán.
Fuimos creciendo juntos y comprendimos que para que haya una empresa familiar DEBE EXISTIR una Familia Empresaria.
También aprendimos que el propósito central de la gestión de una Familia Empresaria es desarrollar una sólida cultura emprendedora y formar a los accionistas potenciales para que sepan ejercer el rol en el futuro y, así, lograr superar los cambios generacionales que deberá enfrentar.
Tener en claro estos conceptos nos permitió acercarnos y conectar con las necesidades de cada miembro de la familia, sus fundadores, los hijos, nietos… Vivenciamos el amor y el esfuerzo con el que construyen sus negocios, los acompañamos a derribar mitos y prejuicios que les afectan en sus decisiones cada día y hoy los ayudamos a avanzar a una nueva instancia en la que necesitamos poner en palabras una nueva EVOLUCIÓN.
Desde aqnitio entendemos que estamos en un estadio cultural y social en el que necesitamos ampliar horizontes y hablar de NEGOCIOS FAMILIARES, en lugar de empresas, porque esta palabra nos abre a la posibilidad de una integración de nuevos talentos y diversos, resulta más flexible y dinámica; valores que hoy priorizan especialmente las nuevas generaciones.
Hoy, las posibilidades de ingreso a la empresa familiar por parte de las nuevas generaciones se dan en una forma variada y con matices. La “herencia” no es una condición única e inflexible sino que se acuerdan modelos de ingreso con multiplicidad de variables.
En algunos casos, los hijos deciden desarrollar una nueva línea de negocio y desembarcan en la empresa familiar tomando esa responsabilidad a su cargo. En otras ocasiones, el ingreso de algún nuevo integrante es eventual y sujeto a ciertas condiciones. Las nuevas generaciones se caracterizan por generar vínculos de mayor libertad en relación a legados y mandatos familiares, y el concepto de NEGOCIO FAMILIAR viene a dar respuesta a esta necesidad de flexibilizar lo que hasta hace unos años se manejaba de otra manera.
La construcción de una organización capaz de integrar diferentes visiones y oportunidades de negocio, basadas en los talentos e intereses de las personas que la componen, necesita encontrar la manera de gestionar la diversidad.
Por eso, esta nueva evolución conceptual nos permite crear nuevos procesos y mecanismos de articulación, para la evaluación e implementación de diversos proyectos empresariales.
Así, se transformará la percepción de la diversidad como amenaza y se convertirá en oportunidad. Dando lugar al desarrollo de negocios nuevos, preferentemente anti-cíclicos, que permitan lograr mayores tasas de crecimiento y una mejor gestión del riesgo.