*Por Rodrigo Salinas, Asesor aqnitio.
¿EN tu empresa familiar se brinda por los logros de las personas solo en las fiestas de fin de año? ¿Qué pasaría si, en lugar de esperar a diciembre, reconociéramos públicamente a quienes, con su trabajo diario, hacen posible los resultados del negocio?
Aunque muchas veces no lo digamos, todas las personas necesitamos sentir que lo que hacemos tiene valor. Es parte de lo que Maslow llamaba “necesidades de estima”: ser reconocidos, respetados, apreciados. No es vanidad. Es motivación. Es salud organizacional.
En muchos negocios familiares, este aspecto pasa desapercibido. La confianza, la historia compartida y la cercanía, lejos de ser siempre una ventaja, a veces generan una trampa sutil: creemos que todo está claro… pero lo que no se dice, no se reconoce. Y lo que no se valora, empieza a perder fuerza.
Cuando la informalidad desdibuja el mérito
En entornos familiares, donde los vínculos personales se entrelazan con los roles laborales, suele haber personas que sostienen mucho: lideran equipos, coordinan tareas clave, representan valores de la compañía. Pero, como están “desde siempre” o “porque son parte de la familia”, nadie lo dice en voz alta.
Entonces, esas personas que dan más de sí, que se involucran, que aportan una mirada constructiva, se sienten invisibles. No porque realmente lo sean, sino porque nadie se tomó el tiempo de reconocerlos formalmente.
Una cultura que reconoce es una cultura que potencia
Desde aqnitio creemos que potenciar empresas familiares también implica potenciar a las personas que las integran. Una empresa aprende cuando sus equipos aprenden. Y una empresa crece cuando sus equipos se sienten parte de algo valioso.
Por eso, cuando acompañamos procesos de liderazgo, no solo trabajamos competencias: también trabajamos visibilidad. Hemos generado videos institucionales luego de talleres y jornadas con líderes, para contarle al resto de la organización qué se está haciendo y destacar públicamente el rol de quienes lo llevan adelante.
En una de estas experiencias, la repercusión fue tan positiva que incluso, en tono de broma, varios compañeros les pidieron autógrafos a los líderes filmados. Pero en el fondo, el gesto decía algo muy serio: “lo que hacés es importante, y ahora todos lo vemos”.
Esa visibilidad genera alineamiento entre lo que la dirección propone y lo que, efectivamente, se implementa en el día a día. Pero, sobre todo, genera orgullo, pertenencia y motivación.
¿Cómo se reconoce el valor en tu empresa?
Reconocer no siempre implica premios o bonificaciones. A veces, basta con dar lugar. Con usar los canales formales —una nota, un video, una reunión, una comunicación interna— para decir: “esto que hiciste vale”. Nombrar, visibilizar, institucionalizar.
Porque si lo que hacemos bien pasa desapercibido, si el esfuerzo no se valora públicamente, se corre el riesgo de que ese entusiasmo se apague.
Y entonces, te preguntamos:
- ¿Cómo se reconoce el trabajo en tu empresa familiar?
- ¿Hay espacios formales donde se destaquen los logros, más allá del resultado económico?
- ¿Tus colaboradores saben que su aporte es valioso?
- ¿Quiénes están haciendo un gran trabajo y todavía no fueron reconocidos?
Si te interesa pensar cómo construir una cultura de reconocimiento que fortalezca los vínculos y potencie a tu equipo, desde aqnitio estamos para acompañarte. Porque cuando una persona se siente vista, toda la organización crece.